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| Torre de la Calahorra, Puente Romano y Río Guadalquivir a su paso por Córdoba |
La Torre de la Calahorra de Córdoba se encuentra junto al Puente Romano de Córdoba y en la margen izquierda del río Guadalquivir a su paso por la capital califal. De forma análoga a otras torres, servía para controlar el acceso a tan preciado paso por la principal arteria fluvial que recorre íntegramente Andalucía. En la actualidad es la sede de la Fundación Paradigma y de su museo.
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| Torre de la Calahorra desde el Puente Romano con el Triunfo de San Rafael (izda) y el monumento a San Acisclo y Santa Victoria, patronos de Córdoba |
La Torre de la Calahorra de Córdoba sirvió, en el siglo XIII para obstaculizarla entrada por el puente al rey Fernando III de Castilla en su pretensión de conquistar la capital cordobesa. Próximos a la misma, en la segunda mitad del siglo XIV Pedro I y Enrique de Trastamara batallaron en sus desencuentros para la sucesión del trono castellano. El vencedor de la contienda, Enrique II le realizó una importante reforma con el añadido de una torre con foso y puente levadizo. El escudo de armas de Castilla y León da testimonio de estas obras.
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| La Torre de la Calahorra de Córdoba, Foso. |
La Torre de la Calahorra de Córdoba en el siglo XV vió como se añadían a su edificación las llamadas troneras “de orbe y cruz”, huecos en la estructura de la edificación por donde se podía disparar con pólvora. Nos encontramos en el tiempo del desarrollo de la artillería y la aparición de la pólvora. Juana I de Castilla ordenaría que fuese rodeada de una barbacana defensiva en 1514, quedando prácticamente, como se la conoce en la actualidad.
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| Interior Museo Vivo Al-Andalus de la Torre de la Calahorra de Córdoba |
La Torre de la Calahorra de Córdoba tuvo diversos usos durante la Edad Moderna y la Edad Contemporánea. Fue núcleo de la nobleza cordobesa, cuartel y escuela de niñas durante el siglo XIX. En el siglo XX se la declara Monumento Histórico Artístico (1931) y posteriormente la ley del Patrimonio Historico Artístico le otorga máxima prioridad en su protección (1985). Su titularidad, con esta ley, pasa al Ayuntamiento que la cede a la Fundación Roger Garaudy (actualmente Fundación Paradigma de Córdoba), convirtiéndola en la sede del Museo Vivo de Al-Ándalus.
